Se trata de medicamentos cuya gestión requiere una atención extraordinaria, debido a alguna de las siguientes particularidades:

  • Uso compasivo de medicamentos en fase de investigación clínica en pacientes que no forman parte de un ensayo clínico y que presentan una enfermedad crónica, gravemente debilitante o que se considera pone en peligro su vida y que no pueden ser tratados satisfactoriamente con un medicamento autorizado.

  • Medicamentos extranjeros, aún no comercializados en España pero sí en otros países.

  • Estupefacientes y otros medicamentos que requieren un control especial por su potencial para generar abuso y dependencia, ya que pueden llegar a constituir un riesgo para la salud del paciente o un problema de salud pública.

En todos estos casos, el servicio de Farmacia es responsable de velar por el cumplimiento de la legislación vigente siguiendo los procedimientos establecidos para su autorización y uso.