Los materiales de contraste, también llamados agentes de contraste o medios de contraste, son usados para mejorar fotografías del interior del cuerpo producidas por rayos X, tomografía axial computerizada (TAC), resonancia magnética nuclear (RMN), o ultrasonidos. Normalmente se administran por vía oral o intravenosa.
A pesar de sus beneficios, el uso de contraste para exámenes contiene riesgos y puede causar efectos secundarios. Lo más frecuente es que se produzcan efectos leves como calor y/o dolor en el sitio de la aplicación, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sudoración, sabor metálico, urticaria leve, picazón y malestar general. Son infrecuentes las reacciones moderadas como espasmo bronquial, alteración del ritmo cardíaco e hipotensión y muy infrecuentes las reacciones severas que pueden causar la muerte.
Sólo deben ser utilizados bajo la indicación del médico y el paciente debe firmar un consentimiento para su administración.